...
-¿Quién eres tú?-
preguntó sorpresivamente después de un largo silencio;
le iba a mencionar mi nombre pero
al instante de hacer eso exclamó:
-¿necesitas decir tu nombre para saber quién eres ?,
no seas como aquellos bebes que al nacer necesitan llorar para saber que existen.
Reino otra vez el silencio.
Quedé nuevamente consternado
tratando de entender lo que quiso decir con eso.
empezó, entonces a disminuir el esplendor del día;
la linterna que a su lado tenía iluminaba su rostro,
mejor aun la cubierta sin titulo de un libro entre sus manos.
-Y...usted ¿quién es? le regresé la pregunta
-Sólo una vida. Nada más;que se gasta por el tiempo- contestó.
En ese instante la linterna produjo sombras intranquilisables,
el viento fue que ingresó por la ventana e hizo temblar el fuego interno de dicho objeto luminoso.
Me levanté para cerrar la ventana, con un poco de esfuerzo logré hacerlo.
-¿Viven solo aquí? Pregunté disimuladamente examinando un poco mas dicho lugar
-Existimos.¡Sólo eso!-contestó,
a veces vienen otros
-¿Otros?
-Sí,jóvenes como tú-subrayó,
Que no conocen su realidad. Vacilé un poco por tal respuesta
-¿A parte de ellos ?-inquirí, ¿tienen algún familiar?
-¡No!-respondió rápido
-¿El pequeño tendrá..., un hermano,un tio supongo?-pregunté -No que recuerde-Volvió a decir
-¿y usted tendrá a alguien ? pregunte mientras veía un retrato
-bueno yo...tenía una esposa-dijo él,
¡Tengo una esposa!-Exclamó al instante,
Sinceramente ahora ya no lo se
-¿Dónde está?-continué preguntando
-Ella...Sucedió algo con ella- mencionó con ojos tiernos que infundían tristeza.
-¿Qué pasó?-volví a preguntar sin saber la concecuencia que su respuesta causaría luego.
-Te diré- me dijo y empezó a contar:
Aconteció que llegué tarde a lo acordado;
el sol rojizo se encendía en el retazo de cielo
que alcanzaba a ver en el horizonte,
con toda esta hermosura se preveía una cita inolvidable.
Poco a poco el matizado día,
el cambiante viento,
profundamente se envolvían con las espumosas nubes
en la danza que el mundo con el tiempo nos da.
Me dirigía caminando por una vereda gris en decadencia;
una de aquellas olvidadas de la avenida California.
La lluvia había dejado de caer hacia ya una hora.
El frío se dejaba notar en todas las mojadas calles que logré ver al rededor;
cerca de ahí,
donde estaba yo,
quedaba el lugar denominado "Parque Eterno".
Aquí me encontraría con ella; es un sitio hermoso,
de grandes jardines,
todos llenos de aroma y color que incitan el sentir de los enamorados
Por suerte el colegio donde ella dictaba clases de inicial,
estaba a un paso del "Eterno Parque"
De pronto, próximo al lugar
noté un tumulto de gente reunidas exaltadas y temerosas,
viendo algún suceso;
al mismo tiempo se escuchaban sirenas que se acercaban;
una sensacion inexplicable me pedía ir para allá.
Faltaban pocos metros para llegar y detuve el paso;
vi que el paraje era desolador,
una trajedia había ocurrido en el asfalto negro de la calle el calor de la vida de alguien se mezcló con aquel suelo frío.
Escuché decir a una señora: (una vendedora que pasaba)
-Por ahí-señaló con su mano un auto atropelló a una persona cuando ésta cruzaba la calle.
Al oír esto no pude evitar alarmarme,
sentí miedo,
pavor que fuera ella.
La Duda que en suma era irresistible
hizo que me aproxime para ver mejor;
fue entonces que logré verla y terminé con esa duda.
Me sentí feliz, ella estaba viendo lo ocurrido de pie junto a las ambulancias;
volteó hacia mí al parecer no logró verme,
a pesar que a mi alrededor habían pocas personas,
levante mi mano pero... ella no vio mi llamado.
Fue pues, que me dirigí presto a ella.
cuando llegué a su lado
divisé como acongojada unas lágrimas dibujaban en su rostro
la tristeza; con sutileza, traté de hablarle,
pedirle que me disculpe por haber llegado tarde;
vi en sus ojos una indiferencia hacia mí confundida con el llanto.
-¿Por qué lloras?- le pregunté
pero en ese momento ella se dirigió a la ambulancia con una prisa
que no entendía;
me preocupé,
corrí tras ella pasé junto a los paramédicos
ellos trataban incansablemente revivir a la persona del accidente,
pero era inútil había muerto.
Su vida escapó.
Volteé para verla,
ella, estaba llorando con tal tristeza y desesperación que desgarraba el alma;
sentí que todo esto,
todo lo sucedido era un gran misterio.
Volví a ver al ser que acababa de morir quedo muy golpeado destrozado por dentro
su muerte era inevitable
de pronto un sentir de terror
paralizo mis piernas
invadió mis ojos al verlo
y darme cuenta que esa persona,
a quien la muerte abrazó profundamente...
era yo.
-¡si tan sólo me hubiera dado cuenta antes!- y así terminó de contarme.
Al escuchar esto caí del asiento sorprendido y espantado.
Era absurdo que el esté..., que yo hable con un fantasma.
Estando ya de pie le pregunté confundido
-¿porqué me dice esto?- es verdad,
créame-recalcó con serenidad.
-¡no,no le creo!-exclame con recelo
-Créame estoy muerto-refutó, sin que sus palabras expresen dudas.
guiando al pecho su mano pálida
-mi corazón no late, ven acércate, comprueba este hecho- continuo diciendo.
puce temeroso mi mano en su pecho y sentí el silencio claro de su corazón
el vacio de su vida que estremeció la mía al mismo tiempo.
-vez, ahora me crees-dijo,
-estoy muerto.
quise salir corriendo pero algo en mí me invitaba a quedarme todavía.
-Entonces ,el niño ¿lo sabe?-quise saber.
-Te refieres al pequeño angelito, lo sabe tanto como yo.
El también ha muerto.
-¿Quién eres tú?-
preguntó sorpresivamente después de un largo silencio;
le iba a mencionar mi nombre pero
al instante de hacer eso exclamó:
-¿necesitas decir tu nombre para saber quién eres ?,
no seas como aquellos bebes que al nacer necesitan llorar para saber que existen.
Reino otra vez el silencio.
Quedé nuevamente consternado
tratando de entender lo que quiso decir con eso.
empezó, entonces a disminuir el esplendor del día;
la linterna que a su lado tenía iluminaba su rostro,
mejor aun la cubierta sin titulo de un libro entre sus manos.
-Y...usted ¿quién es? le regresé la pregunta
-Sólo una vida. Nada más;que se gasta por el tiempo- contestó.
En ese instante la linterna produjo sombras intranquilisables,
el viento fue que ingresó por la ventana e hizo temblar el fuego interno de dicho objeto luminoso.
Me levanté para cerrar la ventana, con un poco de esfuerzo logré hacerlo.
-¿Viven solo aquí? Pregunté disimuladamente examinando un poco mas dicho lugar
-Existimos.¡Sólo eso!-contestó,
a veces vienen otros
-¿Otros?
-Sí,jóvenes como tú-subrayó,
Que no conocen su realidad. Vacilé un poco por tal respuesta
-¿A parte de ellos ?-inquirí, ¿tienen algún familiar?
-¡No!-respondió rápido
-¿El pequeño tendrá..., un hermano,un tio supongo?-pregunté -No que recuerde-Volvió a decir
-¿y usted tendrá a alguien ? pregunte mientras veía un retrato
-bueno yo...tenía una esposa-dijo él,
¡Tengo una esposa!-Exclamó al instante,
Sinceramente ahora ya no lo se
-¿Dónde está?-continué preguntando
-Ella...Sucedió algo con ella- mencionó con ojos tiernos que infundían tristeza.
-¿Qué pasó?-volví a preguntar sin saber la concecuencia que su respuesta causaría luego.
-Te diré- me dijo y empezó a contar:
Aconteció que llegué tarde a lo acordado;
el sol rojizo se encendía en el retazo de cielo
que alcanzaba a ver en el horizonte,
con toda esta hermosura se preveía una cita inolvidable.
Poco a poco el matizado día,
el cambiante viento,
profundamente se envolvían con las espumosas nubes
en la danza que el mundo con el tiempo nos da.
Me dirigía caminando por una vereda gris en decadencia;
una de aquellas olvidadas de la avenida California.
La lluvia había dejado de caer hacia ya una hora.
El frío se dejaba notar en todas las mojadas calles que logré ver al rededor;
cerca de ahí,
donde estaba yo,
quedaba el lugar denominado "Parque Eterno".
Aquí me encontraría con ella; es un sitio hermoso,
de grandes jardines,
todos llenos de aroma y color que incitan el sentir de los enamorados
Por suerte el colegio donde ella dictaba clases de inicial,
estaba a un paso del "Eterno Parque"
De pronto, próximo al lugar
noté un tumulto de gente reunidas exaltadas y temerosas,
viendo algún suceso;
al mismo tiempo se escuchaban sirenas que se acercaban;
una sensacion inexplicable me pedía ir para allá.
Faltaban pocos metros para llegar y detuve el paso;
vi que el paraje era desolador,
una trajedia había ocurrido en el asfalto negro de la calle el calor de la vida de alguien se mezcló con aquel suelo frío.
Escuché decir a una señora: (una vendedora que pasaba)
-Por ahí-señaló con su mano un auto atropelló a una persona cuando ésta cruzaba la calle.
Al oír esto no pude evitar alarmarme,
sentí miedo,
pavor que fuera ella.
La Duda que en suma era irresistible
hizo que me aproxime para ver mejor;
fue entonces que logré verla y terminé con esa duda.
Me sentí feliz, ella estaba viendo lo ocurrido de pie junto a las ambulancias;
volteó hacia mí al parecer no logró verme,
a pesar que a mi alrededor habían pocas personas,
levante mi mano pero... ella no vio mi llamado.
Fue pues, que me dirigí presto a ella.
cuando llegué a su lado
divisé como acongojada unas lágrimas dibujaban en su rostro
la tristeza; con sutileza, traté de hablarle,
pedirle que me disculpe por haber llegado tarde;
vi en sus ojos una indiferencia hacia mí confundida con el llanto.
-¿Por qué lloras?- le pregunté
pero en ese momento ella se dirigió a la ambulancia con una prisa
que no entendía;
me preocupé,
corrí tras ella pasé junto a los paramédicos
ellos trataban incansablemente revivir a la persona del accidente,
pero era inútil había muerto.
Su vida escapó.
Volteé para verla,
ella, estaba llorando con tal tristeza y desesperación que desgarraba el alma;
sentí que todo esto,
todo lo sucedido era un gran misterio.
Volví a ver al ser que acababa de morir quedo muy golpeado destrozado por dentro
su muerte era inevitable
de pronto un sentir de terror
paralizo mis piernas
invadió mis ojos al verlo
y darme cuenta que esa persona,
a quien la muerte abrazó profundamente...
era yo.
-¡si tan sólo me hubiera dado cuenta antes!- y así terminó de contarme.
Al escuchar esto caí del asiento sorprendido y espantado.
Era absurdo que el esté..., que yo hable con un fantasma.
Estando ya de pie le pregunté confundido
-¿porqué me dice esto?- es verdad,
créame-recalcó con serenidad.
-¡no,no le creo!-exclame con recelo
-Créame estoy muerto-refutó, sin que sus palabras expresen dudas.
guiando al pecho su mano pálida
-mi corazón no late, ven acércate, comprueba este hecho- continuo diciendo.
puce temeroso mi mano en su pecho y sentí el silencio claro de su corazón
el vacio de su vida que estremeció la mía al mismo tiempo.
-vez, ahora me crees-dijo,
-estoy muerto.
quise salir corriendo pero algo en mí me invitaba a quedarme todavía.
-Entonces ,el niño ¿lo sabe?-quise saber.
-Te refieres al pequeño angelito, lo sabe tanto como yo.
El también ha muerto.
Mis piernas volvieron a flaquear y con temor dí un paso atrás
queriendo alejarme de él.
5 comentarios:
hola gracia por tu visita voy a hechar un vistazo el tu yo un saludo
Hola MilLer, acabo de ver tu comentario en mi blog, muchas gracias por tu visita, voy a mirar el tuyo.
Un saludo.
muy muy muy buena historia... pero es contagiosa... me contagio de temor...
ufff
EXCELENTE ESCRITOO
BESOS
^^
Miller agradezco que me hayas agregado como blog amigo.Es un placer.Por mi parte haré lo mismo.
Un saludo.
Sherezade.
Que buena historia MilLer, me atrapó, ahora esperaré ansiosa el final, estas historias son las que me gustan!!!
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