sábado, 14 de febrero de 2009

In Eviterno III



¿Como es posible?-le dije tratando de entender
El viejo señor estaba frente a mí
con un gesto como comprendiendo
lo que sentía en ese momento.
-no tengas miedo,sugirió
"El pequeño hace algún tiempo
solía jugar en un arrollo cerca de aquí
pero un día
no regresó a casa,
su madre preocupada
fue a buscarlo
y lo encontró en la orilla
entre piedras y palos
al parecer con un golpe en la cabeza;
fue un tragedia
nadie sabe lo que sucedió.
-Que mas podías encontrar-continuo diciendome,
en este recinto
solo existen el reflejo de personas
olvidadas por el tiempo.
¿Que sitio es este?-pregunte con recelo.
-¡Qué!¡¿no sabes?!,
estas en un cementerio
en tu última morada.
respondió tranquilamente.
-¿Como que mi ultima morada?
conteste ¿porque dice esto?-
-"Poco antes , de que vengas te vi,
por aquel sendero donde te encontró
"el pequeño angelito"
venias balanceandote
de un lado a otro y tu andar
se hacia inseguro"-aseguró explicándome,
"estabas herido,después
caíste al suelo
y la somnolencia te hizo dormir.
Luego tú te levantaste
pero tu cuerpo...
no siguió la misma rutina."
-¡No , es imposible,yo sigo vivo!-exclamé airado.
debes estar equivocado,
habrás visto mal-seguí contradiciendolo.
-Créeme,he vagado por este mundo
tanto tiempo,
he visto tanta gente
pero no precisamente con vida;
que no puedo estar errado-habló templando la voz
para no herirme aun más.
-Entonces, tu y yo estamos...-dije
queriendo escuchar otra respuesta.
-Si,muertos-Respondió.
-Pero mi cuerpo ¿donde está?-
le manifesté aun con dudas.
Recordé entonces
que mencionó el lugar
donde vi al niño la primera vez;
sin decir nada , a toda prisa,
tomé la linterna de en medio de la mesa,
luego al tratar de salir el viejo señor me dijo:
-"Tienes que entender
que es diferente encontrar a un persona
parecida a ti
que encontrarce a uno mismo."
Cruce el umbral de la puerta,
bajé los escalones raudamente,
escuche de nuevo la voz del viejo señor
-"date cuenta, mira bien, entiende
antes de que sea tarde!.
Se había inclinado el sol en el horizonte.
la noche atrapó todas la cosas a mi alrededor.
Las gotas de llovizna parecían flotar en el aire.
Solo la linterna me abría una brecha de camino
entre esa oscuridad.
Pasé por los mismos lugares , caminos llanos
que luego se hacían estrechos.
Los arboles ahora oscuros se levantaban aun mas.
en lo alto los pajaros dejaron de cantar
para ser solo sombras,
los insectos mudos quedaron.
Escuchaba todavía en mi cabeza
la voz del viejo señor
decirme que había fallecido
me atormentaba;
luego vi figuras sombrías que se movían
entre ramas y hojas, acercándose,
a veces creo que me llamaban
pero seguí caminando.
Llegué a reconocer el lugar
en donde me senté a descansar.
Levante un poco la linterna
para buscar mejor
aquello que había perdido.
Pero incluso así tropecé varias veces;
en una de esas por casualidad
mi pie topó con fuertemente con algo
que casi me hace caer,
incliné la linterna
para saber que era,
brotó entonces
la verdad en mis ojos
de mi desdichada realidad,
me acerqué mas , un cuerpo tendido estaba
uniéndose mas que nunca con la tierra.
Me arrodille ante él,
puce la linterna en el suelo
la luz me proyectaba una cierta incertidumbre
pues no lograba ver su rostro
solo el contorno de su espalda,
acerqué aun mas la linterna
llevé mi mano tímidamente a su hombro húmedo
lo volteé y lo vi...
era yo.
¡NO! ¡no puede ser! ¡Me resisto a creer!-grité
"pero comprende ya esta hecho
no busques otra respuesta"-decía una voz en mi cabeza.
La nubes lloraban el lo alto,
las gotas se deslizaban
para caer en mi cuerpo, desde luego
se había palidecido con el tiempo
transcurrido recostado en la penumbra.
Ahora comprendo,
porque estaba cansado cuando me levante.
mi alma o yo mismo
sufrió esa separación forzada
que no resistió mi cuerpo,
aquellos escalones en los que me senté
eran los de una tumba,
-¡Porque no me di cuenta!,
¿Cómo? no lo recuerdo
¿que me sucedió?-me preguntaba con incertidumbre
Me costó tomar por cierto todo eso,
pero ahí estaba yo
mirando mi cadáver,
sentía el abismo de su muerte
el abrigo de la soledad
que se mezclaba con el silencio de mi vida.
Llevé mis manos al rostro
pensando que así podría comprender mejor.
-Debo estar soñando-pensé,
esto debe ser una horrible pesadilla.
Quise ver otra vez mi cadáver
pero...
Ya no estaba.
¿fue una ilución?-pensé enseguida
Lo busqué y no lo encontré
de pronto lo vi...
parado frente a mí
-¡Aun no te has dado cuenta!-exclamó
Y desperté.
Si mi buen amigo Ricardo despertó
con un sudor frió que le recorría todo el cuerpo
-Y luego que hiciste-Le pregunte mientras
caminabamos hacia la univercidad
-Miré a mi alrededor,
tras un breve instante quede arrancado de mi presente.
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3 comentarios:

SILVIA dijo...

tremendo susto¡¡¡¡ siempre me puse a pensar en como seria mi ultimo dia en esta vida, y quienes llorarian por mi, pero me empieza a correr un frio y vuelvo a la realidad en segundos¡¡¡ dejemos que la vida fluya¡¡
beso ¡¡¡

Cecy dijo...

Que fuerte sensación me ha dado, Miller.
Pero por momentos esa realidad, se me entromete.
Me ha gustado.
Besos.

Flor Galmes dijo...

eii Miller!
muchas gracias por haber pasado por mi blog! y por seguirme! =)
éste tambiién es un muyy lindo blogg ;)
te espero por mi mar cuando quieras navegar un ratito por aguas dulces..
muy rara vez hay banderita roja para la marea, y siempre está permitido nadar ;)
otra cosa, es que siempre SIEMPRE hay espacio para más botellas! asíque te invito a pasar, y a que vos mismo arrojes alguna botella al mar!
te esperoo :)
www.palabrasparaconsolarme.blogspot.com

besos!
=)

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